Adoradores en espíritu y verdad: Una reflexión teológica de Juan 4:24 e implicaciones
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Resumen
El estudio de Juan 4:24 analiza su significado teológico y literario, explorando su contexto histórico-cultural y la influencia del Antiguo Testamento y el pensamiento grecorromano. La afirmación de que “Dios es espíritu” transforma la adoración, desvinculándola de lugares físicos y enfocándola en una relación directa con Dios mediante el Espíritu Santo. Este concepto se alinea con la escatología del AT, que anunciaba un tiempo en el que el Espíritu renovaría la adoración de su pueblo.
Literariamente, el pasaje forma parte del diálogo entre Jesús y la mujer samaritana, donde ella es guiada desde la incomprensión hasta la revelación. Lingüísticamente, términos como espíritu y verdad refuerzan que la adoración es espiritual y continua. Teológicamente, refleja una estructura trinitaria: El Padre busca adoradores, el Hijo revela la verdad y el Espíritu capacita. Así, Juan 4:24 establece una base sólida para la adoración cristiana, conectándola con la comunión trinitaria y la escatología de la redención en Cristo.